Y algunas veces, protesto

*En el verano de 2006, LIFEbeat, una organización dedicada a diseminar un mensaje de prevención sobre el VIH/SIDA para la juventud norteamericana, canceló un concierto de reggae en la ciudad de Nueva York, después de varias protestas contra la presentación de dos actos musicales abiertamente homofóbicos, y dio a conocer una declaración culpando a los activistas.

Son nuestros cuerpos ya heridos los que son lesionados
cuando le damos la bienvenida a nuestras casas a soldados enemigos
La visión sólo iluminada cuando nuestros ojos se hinchan por los golpes
intento de golpearnos repetidamente hasta que seamos polvo
Esta lucha que nos afecta a todos nunca ha sido sobre a quién escogemos amar
por lo tanto, nunca nos deben pedir tolerar el aborrecimiento
Nuestros gritos no cuentan con el privilegio de ser oídos por las masas
(nuestros propios vecinos casi nunca responden)
pero gritos de guerra disfrazados con música
resuenan como canciones de matanza
juegan recreativamente en el trasfondo para servir como inspiración
mientras nuestra propia capacidad de oír lentamente desaparece
antes de que demos nuestro último suspiro
Nuestras voces se levantan en batalla,
no porque nos sorprendan con luz de proyector
o tengamos miedo que el escenario haya sido puesto
para incrementar la tolerancia
sino porque es nuestro deseo salvar a nuestros niños ante la epidemia
orando que no sean seducidos
por los ofrecimientos de armadas que sólo intentan ataques violentos
Esta villa tiene demasiadas tumbas y los que ya se están muriendo
lo único que queda es que nos pondremos en nuestros días finales
Cuando la carne se haga polvo nos imaginaremos que la muerte no es tan horrible
como dar un paso atrás y disfrutar el concierto
mientras nstros hermanos son matados

* Publicado en la Revista ea
* Por Emanuel Xavier

0 comentarios:

Publicar un comentario