Repaertura del Teatro Colón
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Daniela García,
Mauricio Macri,
Teatro Colón
El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, anunció el 10 de noviembre la reapertura del Teatro Colón, en un acto realizado en el Salón Emperador del Hotel Panamericano. Las puertas se volverán a abrir el 25 de mayo de 2010, fecha coincidente con el festejo del Bicentenario.
Si bien el evento estuvo cargado de optimismo, debido a la presentación de la temporada 2010, quedó, como decía Diego Fischerman en su artículo de Página/12, “la sensación de que la tendencia general es la del retorno a un teatro de minorías ilustradas; un teatro pensado especialmente para cinco mil amantes de la ópera y el ballet que, si todo sale bien, comprarán los abonos, y no para los habitantes de la ciudad en general -incluyendo al público de la cultura– que a partir del año próximo aportarán 140 millones de pesos anuales para financiarlo.”
La crítica Susana De Simona se sumó a la disconformidad en su informe para Habitués: “El metamensaje resultaba claro; vuelven los viejos buenos tiempos al Colón, los tiempos de las galas, la ropa de etiqueta y las damas elegantes y enjoyadas en la platea”.
¿Será posible, acaso, con el actual gobierno de la ciudad tener un teatro que incluya a jóvenes, estudiantes y artistas del circuito off? ¿Habrá lugar a una renovación cultural, a dejar atrá el “Colón de tiempos idílicos” y construir desde un lugar más cotidiano? ¿Se seguirán reponiendo obras europeas o se promoverá la producción nacional y latinoamericana?
Cientos de preguntas y cuestionamientos que, lamentablemente, no son de importancia para nuestros actuales gobernantes porteños.
Si bien el evento estuvo cargado de optimismo, debido a la presentación de la temporada 2010, quedó, como decía Diego Fischerman en su artículo de Página/12, “la sensación de que la tendencia general es la del retorno a un teatro de minorías ilustradas; un teatro pensado especialmente para cinco mil amantes de la ópera y el ballet que, si todo sale bien, comprarán los abonos, y no para los habitantes de la ciudad en general -incluyendo al público de la cultura– que a partir del año próximo aportarán 140 millones de pesos anuales para financiarlo.”
La crítica Susana De Simona se sumó a la disconformidad en su informe para Habitués: “El metamensaje resultaba claro; vuelven los viejos buenos tiempos al Colón, los tiempos de las galas, la ropa de etiqueta y las damas elegantes y enjoyadas en la platea”.
¿Será posible, acaso, con el actual gobierno de la ciudad tener un teatro que incluya a jóvenes, estudiantes y artistas del circuito off? ¿Habrá lugar a una renovación cultural, a dejar atrá el “Colón de tiempos idílicos” y construir desde un lugar más cotidiano? ¿Se seguirán reponiendo obras europeas o se promoverá la producción nacional y latinoamericana?
Cientos de preguntas y cuestionamientos que, lamentablemente, no son de importancia para nuestros actuales gobernantes porteños.
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