Jorge Boccanera y sus tiempos de poeta

Por Lucrecia Abalos

Jorge Boccanera se revela en una época donde los intelectuales y los creadores avanzaban con un doble movimiento: el de la búsqueda y el conocimiento.



Le sorprenden los poetas actuales, no los entiende como no se comprometen con su propia imaginación, no hay capacidad de asombro, no hay lenguaje de riesgo, no hay aventura, repite a menudo.


También le sorprende el periodismo cultural de hoy, ese periodismo de agenda, con la información del último libro, de las efemérides, recordando a algún escritor solo si hace 100 años de su nacimiento o 50 de su muerte.


Mira televisión, sin escucharla. Siempre recuerda una tapa de la revista Crisis, aquella en la que trabajó hace 20 años: “Nos alimentan con un montón de basura y la televisión usa la cuchara mas grande”.

Como crítico dice que te quieren vender una opción, “o vez eso o sos un gil, tendría que ser penada la chatura”.

A la hora de hablar de su exilio, toma el tema con ganas, ya que se fue a los 20 años, y fue su maestro. Si bien reconoce que fue la misma desgracia, el mismo desamparo tanto para el como a un poeta o periodista de 50, a su edad la capacidad de aprender estaba latente y enérgica.