El adiós a un emblema cultural argentino

Mercedes Sosa murió ayer a la mañana, a los 74 años. La madre del folklore argentino y constructora de puentes entre músicas de diferentes estilos y culturas, que siempre mantuvo un alto compromiso social y humanitario, se encontraba internada desde mediados de septiembre por una afección hepática. A raíz del desmejoramiento de su estado de salud, el martes 29 había sido trasladada a la terapia intensiva del Sanatorio de la Trinidad.

"Los premios que tengo no son sólo por cantar, son también porque yo pienso", explicó Mercedes en una entrevista televisiva años atrás, y de esa forma describió con una frase simplificada todo su accionar en más de 45 años de carrera en la música y en la cultura mundial. "La Negra" nunca descuidó su lucha por la justicia social, los derechos humanos y la igualdad de oportunidades, ni siquiera durante su exilio, en Francia, durante la última dictadura militar.

"La voz de América", apodo que rechazó constantemente con la humildad que la caracterizaba, nació el 9 de julio de 1935 en Tucumán. Vivió una infancia muy pobre, rodeada de la humildad y la miseria, que sin embargo no le impidió descubrir su arma, su don: su voz.

Madre de un sólo hijo, Fabián, en 1963 firmó el manifiesto del Nuevo Cancionero, que proponía una evolución de la música folklórica, conservando sus raíces tradicionales pero integrándola con otras vertientes populares. A partir de esto, Mercedes Sosa compartió escenarios, estudios de grabación y amistades con estrellas de todo el ambiente musical argentino y mundial, como Charly García, Fito Páez, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, El bahiano, Soledad Pastorutti, Luciano Pavarotti, Julieta Venegas, Shakira, Calle 13 y Joaquín Sabina.

Grabó 48 discos. El último, "Cantora I", le valió tres nominaciones a los premios Grammy, que se darán a conocer el 5 de noviembre en Las Vegas.

Desde ayer, y hasta hoy a las 11 de la mañana, miles de personas de todo el país llegaron a la Capital Federal para despedir los restos de La Negra, en el salón de los pasos perdidos del Congreso de la Nación. La presidenta Cristina Fernández y su marido, Néstor Kirchner, también acompañaron a los familiares de Mercedes en la despedida. Pero todo el mundo sigue llorando el ocaso de una voz que nunca va a dejar de sonar en nuestros corazones.

"Sé lo que pasa con mi voz. Mi voz es un consuelo para mucha gente"- Mercedes Sosa